La vida está llena de sorpresas. A diario nos encontramos con situaciones inesperadas las cuales atendemos o ignoramos. Si no estás de acuerdo con esto, eres de los que las ignoran.
Si abres bien los ojos todos los días pasan cosas espectaculares a nuestro alrededor. Basta con que mires el amanecer o el atardecer para que sepas de qué te hablo.
Si miras de frente a la vida y la aprecias en todas sus formas podrás ver lo que puedes hacer para hacerla aún mejor. Siempre hay margen para mejorar por eso debemos renovarnos cada día para enfrentar nuevos retos.
A veces estamos tan ocupados en las cosas que han pasado o en los trabajos de rutina o en las cosas que nos frenan, que no podemos ver las soluciones a nuestros problemas.
No le des la vuelta y mucho menos mires para otro lado. Lo que debes hacer con cada situación que se te presente es evaluarla con la perspectiva correcta. Esto es que mantengas la dirección para cumplir tus objetivos y evalúes las repercusiones de cada acción. Cada acción tendrá repercusiones inmediatas, a medio y a largo plazo. Es importante considerar seriamente los tres escenarios. Solo así tendrás una perspectiva correcta de que será lo más apropiado.
Si tomas una acción que en el momento puede parecer la más fácil y más apropiada a corto plazo, no necesariamente es la que mejores resultados nos de a mediano o largo plazo. Recordemos que el corto plazo es el más pequeño de los plazos. Los siguientes en especial el largo plazo tendrán consecuencias permanentes no solo en nuestros trabajos sino también en nuestra vida.
Es por eso que debes mirar de frente y evaluar correctamente para que la vida te sonría.
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