Los seis saltos del boricua se dividieron en 65.60, 90.65, 81.60, 81.60, 79.20 y 86.70
RÍO DE JANEIRO - El puertorriqueño Rafael Quintero puede decir hoy que es uno de los mejores siete clavadistas del mundo.
En su debut olímpico, no solamente, Quintero se convirtió hoy en el primer puertorriqueño en clasificar a una final de clavados de los Juegos Olímpicos, sino que además tuvo una destacada actuación entre las potencias internacionales de este deporte.
Después de avanzar entre los mejores 18 de la ronda preliminar y luego entre 12 con mejor puntuación en la semifinal, Quintero acumuló 485.35 puntos en la final.
Los seis saltos del boricua se dividieron en 65.60, 90.65, 81.60, 81.60, 79.20 y 86.70.
“Estoy bien feliz de estar en las finales”, expresó previamente Quintero. “Soñaba con estar en las Olimpiadas desde que tenía 5 años”.
“Unas semanas antes de venir estaba bien emocionado, con solo estar alrededor de todos estos atletas y estar en la batalla de la final”, agregó.
Instantes después de clasificar a la final, Quintero salió caminando relajado, a paso tranquilo. Con su humildad característica, dedicó la histórica clasificación a todos los que le han dado la mano y sólo espera que pueda servir para fomentar el deporte en Puerto Rico.
“Esto no es un logro para mí. Es un logro para otras personas también”, manifestó. “Quiero que el deporte de clavado crezca en Puerto Rico y con esto corroboro un poco que sí se puede y que sí hay talento en Puerto Rico. Que más gente se motive".
En su debut olímpico, no solamente, Quintero se convirtió hoy en el primer puertorriqueño en clasificar a una final de clavados de los Juegos Olímpicos, sino que además tuvo una destacada actuación entre las potencias internacionales de este deporte.
Después de avanzar entre los mejores 18 de la ronda preliminar y luego entre 12 con mejor puntuación en la semifinal, Quintero acumuló 485.35 puntos en la final.
Los seis saltos del boricua se dividieron en 65.60, 90.65, 81.60, 81.60, 79.20 y 86.70.
“Estoy bien feliz de estar en las finales”, expresó previamente Quintero. “Soñaba con estar en las Olimpiadas desde que tenía 5 años”.
“Unas semanas antes de venir estaba bien emocionado, con solo estar alrededor de todos estos atletas y estar en la batalla de la final”, agregó.
Instantes después de clasificar a la final, Quintero salió caminando relajado, a paso tranquilo. Con su humildad característica, dedicó la histórica clasificación a todos los que le han dado la mano y sólo espera que pueda servir para fomentar el deporte en Puerto Rico.
“Esto no es un logro para mí. Es un logro para otras personas también”, manifestó. “Quiero que el deporte de clavado crezca en Puerto Rico y con esto corroboro un poco que sí se puede y que sí hay talento en Puerto Rico. Que más gente se motive".
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